Tengo una pena en mi corazón que me persigue desde hace días. Desde que me dijiste algo nuevo, pero que no te comprometía en ninguna posición para nada. Pero ante esa respuesta quiero saber mis derechos. ¿Podré besarte cuando pueda? ¿Podré besarte cuando quiera? ¿Me dejarás disfrutar de tu cuerpo como ese dulce que más deseo saborear? ¿Me dejarás acariciar tu cuerpo como la seda más valiosa del mundo?
Muchos derechos son los que querría tener, pero por distintas razones no me las otorgarás.
«Como susurros oigo tus lamentos en mis sueños. Tus gritos para captar mi atención se desvanecen por el camino hasta llegar a mí.»
My Sweet Diαry 