Tenía unas muy buenas espectativas para esa noche pues iba a ir al local del momento con las personas más íntimas. Una noche de chicas con espera de encontrar pequeñas aventuras eróticas con algún caballero que aceptase sus insinuaciones o que lanzara sus coqueteos con elegancia.
No era extraño verla destacar entre sus amigas, ya que tenía cierta aura que atraía las miradas de hombre, mujeres y todo aquello que pudiera verla. Así que esa noche no podría ser una excepción y se vistió con un precioso vestido negro de lentejuelas, hasta las rodillas, y con un escote tan grande como para insinuar sus cualidades elegantemente. Además, añadió al conjunto accesorios dorados para aumentar su brillo.
Sentada en una de las mesas centrales del club, observaba a cada uno de los miembros de la banda que actuaba en ese momento mientras bailaba mentalmente al ritmo de esa música. Curioso fue cuando su mirada se cruzó con una muy intensa del cantante, el cual era tan sexy que el corazón de la mujer empezó a latir con fuerza.